Es inevitable. Los impuestos inmobiliarios suben y siguen subiendo. Entonces, ¿qué ocurre si los posibles compradores piensan (y resulta que no es cierto) que los impuestos de la casa de sus sueños se han reducido varios miles de dólares con respecto al nivel anterior, cuando en realidad no han cambiado? ¿Y si los vendedores tuvieran la misma idea equivocada que los compradores? Se podría pensar que, puesto que tanto el comprador como el vendedor estaban equivocados en la misma cuestión, los compradores podrían rescindir el contrato al enterarse de que no se habían reducido los impuestos sobre bienes inmuebles. Uno se equivocaría, como los compradores descontentos aprendieron en un caso reciente derivado de la compra de una casa de 600.000 dólares, que presenta un ejemplo más de por qué cualquier persona que esté pensando en comprar un inmueble necesita un abogado con experiencia y un agente inmobiliario con experiencia. Hemos llevado litigios inmobiliarios durante muchos años y podemos decir con seguridad que el contrato es la clave del litigio. En el caso Soto contra Vernick, el contrato de compraventa no contenía ninguna cláusula que hiciera referencia al importe de los impuestos sobre bienes inmuebles y el Tribunal consideró que no había nada en el contrato que hiciera que un error sobre estos impuestos fuera al "fundamento del contrato". El tribunal de apelación se mostró poco comprensivo con los compradores. ¿Por qué? Bueno, como le dirá cualquier buen agente inmobiliario, hay formas fáciles de determinar el importe exacto de los impuestos sobre bienes inmuebles de una propiedad, que podrían haberse descubierto antes de firmar el contrato. Si esto iba a ser realmente un factor decisivo, los compradores, su abogado y el agente inmobiliario debían asegurarse de averiguarlo por su cuenta y no confiar en los vendedores. Alguien del lado de los compradores se equivocó y el Tribunal no iba a sacarles de este error. Por desgracia para los compradores, perdieron el anticipo por incumplir el contrato. Sobre un precio de compra de 600.000 dólares, esta pérdida fue sustancial, incluso sin tener en cuenta las sumas gastadas en honorarios de abogados en los tribunales de primera instancia y de apelación. Fue una lección muy cara para aprender por qué es tan importante contar con el equipo adecuado de abogado y agente inmobiliario a la hora de comprar o vender una casa.