Desde que Nueva York adoptó penas más severas para las personas condenadas por múltiples delitos de conducción en estado de embriaguez, el número de personas que han perdido su permiso de conducir ha ido en aumento. Según datos del Departamento de Vehículos de Motor de Nueva York, casi 2.000 solicitudes de permisos de conducir han sido denegadas desde que entró en vigor la normativa.
Las normas prevén diferentes resultados, dependiendo del historial del conductor. En consecuencia, los conductores se han enfrentado a revocaciones de licencia por diferentes períodos de tiempo después de condenas por DWI. El Departamento de Vehículos de Motor ha informado de que:
- 1.040 personas han perdido su permiso de forma permanente
- 902 personas han recibido prórrogas de cinco años en sus revocaciones de carné
- 21 personas han recibido prórrogas de dos años en sus revocaciones de carné
Cuando la nueva normativa entró en vigor, la oficina del gobernador Cuomo predijo que provocaría la pérdida o revocación temporal de 20.000 permisos de conducir en Nueva York sólo durante el primer año.
Visión general de las nuevas normas de Nueva York para los conductores con múltiples condenas por DWI
La nueva normativa entró en vigor el 25 de septiembre de 2012. Bajo las nuevas regulaciones, las penas por una condena por conducir en estado de ebriedad se vuelven más graves dependiendo del historial de condenas por DWI previas del conductor.
Cuando un conductor en Nueva York ha tenido dos o más condenas por conducir en estado de embriaguez durante los últimos 25 años, no puede recuperar sus privilegios de conducir antes de tiempo. Anteriormente, si un conductor participaba y finalizaba el Programa de conductores ebrios, podía poner fin anticipadamente al período de revocación o suspensión del permiso de conducir.
Además, si un conductor tiene tres o cuatro condenas por conducir ebrio en 25 años, perderá el privilegio de conducir de dos a cinco años. A partir de entonces, el automovilista puede solicitar el llamado permiso de conducir problemático durante otros dos a cinco años.
Por último, las normas son más duras para aquellos que tienen tres o cuatro condenas por conducir en estado de embriaguez que también han sido condenados por un delito grave de conducción, como causar un accidente mortal de vehículo de motor. En tales situaciones, el motorista se enfrenta a la revocación permanente de su licencia. Sólo se permiten excepciones en casos de "circunstancias apremiantes o atenuantes".
Estas normas podrían afectar a un gran número de neoyorquinos, ya que la oficina del gobernador Cuomo ha informado de que 15.000 automovilistas neoyorquinos han recibido tres o más condenas por conducir ebrios en los últimos 20 años.
En particular, las normas también afectan a los conductores condenados por una infracción de "puntos altos" (5 o más puntos). Se activa una revisión de por vida del historial de conducción.