Si sospechas que tienes una lesión cerebral, es esencial que recibas tratamiento médico inmediato. Por ejemplo, si te golpeas la cabeza en un accidente de tráfico, no te trates en casa y asumas que todo irá bien. Una conmoción cerebral es una de las lesiones más comunes en accidentes de tráfico. No sólo requiere tratamiento médico, pero tiene el potencial de afectar su vida durante muchos meses (o incluso años) por venir. Al presentarse en un hospital local, su equipo médico llevará a cabo una serie de pruebas para determinar si usted tiene una conmoción cerebral. También utilizarán estas pruebas para descartar una lesión cerebral más grave, como una fractura de cráneo o una hemorragia cerebral. Éstos son los pasos que puede esperar que dé su médico:

  • Examen neurológico: Con él, su médico evaluará su audición, visión, equilibrio, reflejos, coordinación y fuerza.
  • Pruebas cognitivas: Una conmoción cerebral puede provocar una reducción de las capacidades cognitivas, por lo que el médico puede poner a prueba la concentración y la memoria.
  • Pruebas de imagen: Aunque su médico puede sospechar una conmoción cerebral antes de ordenar pruebas de imagen, éstas son necesarias para obtener una visión detallada de su cerebro y el área circundante. Dependiendo de su situación, su médico puede solicitar una o más de las siguientes pruebas: Tomografía computarizada, resonancia magnética y radiografía.

Una vez que tenga un diagnóstico formal, discutirá su estrategia de tratamiento con su equipo médico. Suele comenzar con una noche en el hospital, ya que el médico quiere asegurarse de que los síntomas no empeoran. A partir de ahí, el tratamiento de una conmoción cerebral suele implicar mucho reposo mental y físico. No debes reincorporarte inmediatamente a tu vida normal, como el trabajo o la escuela, ya que hacerlo antes de tiempo puede hacer que tus síntomas reaparezcan o empeoren. Cualquier tipo de lesión cerebral es grave, y una conmoción cerebral no es diferente. Si tiene algún motivo para sospechar de esta lesión, busque tratamiento médico y siga las órdenes de su equipo médico. Cuando su salud se lo permita, revise el accidente, presente una reclamación al seguro y considere todos los pasos que pueda dar para recibir una indemnización por todas sus lesiones y daños asociados, como las facturas médicas.